Esta semana durante una comida en el trabajo, hablamos de las películas que nos habían marcado de Disney. Cuando llegó mi turno de contestar, no tuve que pensarlo mucho, sin duda de Disney y en general fue Tron. En aquella comida yo sacaba una década de edad al resto de comensales, y además eran todas féminas, así que ninguna de ellas había visto Tron ni les sonaba de nada. Ni siquiera les sonaba por la segunda parte: Tron Legacy (2010).

Tron es una película de hora y media de duración, producida por Disney, que fue lanzada en cines en 1982. Su actor principal es el carismático Jeff Bridges, al cual muchos asocian con el Nota, pero para mi siempre será Kevin Flynn. La película fue muy innovadora en muchos sentidos, uno de ellos la combinación de imagen real y CGI de una forma magistral. Todavía me maravillo al revisionarla por el resultado conseguido. Su trama y argumento también fueron muy vanguardistas, siempre y cuando rasques un poco en la película de aventuras que es.

Tron aúna todo lo que me acabó apasionando: la ciencia ficción, la informática, la animación, el CGI y la motos. Lo que me lleva a preguntarme qué fue antes, si el huevo o la gallina. ¿Ya estaba programado con estas pasiones y solo hacia falta una pequeña chispa, del tipo que fuera, para que prendieran? ¿O fue al ver esta película en mi infancia cuando era tan impresionable y mis conexiones neuronales seguían formándose a gran velocidad, lo que estructuró mi cerebro por estos caminos? No tengo ninguna pretension de hallar la respuesta a estas preguntas, pero sí me llama mucho la atención, como la película a la que posiblemente le guarde más cariño, incorpora todas las facetas que me acabaron apasionando en mi vida adolescente y adulta.

La película de las motos la llamábamos los chavales de mi edad por aquella época, debido a esa fantástica escena en la cual el héroe luchaba dentro de los videojuegos, en uno en el que a lomos de una futurista moto, dejaba una estela solida a su paso para como objetivo encerrar a los rivales y así terminaran chocando contra ella siendo destruidos.

Ya vista de adolescente, uno se percata de que la historia tiene bastante trasfondo. Los programadores son considerados mitos y deidades por los programas, los cuales viven dentro de un régimen autoritario y controlador, que además de hacer cosas de nazis como diría Peter Griffin en Padre de Familia, lucha contra Dios y su mesías quienes acaban liberando a los programas de la opresión. Llama la atención que ese mesías quisiera ser utilizado por el régimen para todo lo contrario, ¿quizás tenga algo de relación con lo que hizo el clericalismo?

Tron ha ido apareciendo en mi vida de forma constante:

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