Cuando se trabaja con plazos ajustados, el diseño se convierte en un equilibrio entre cumplir con los requisitos y crear algo visualmente atractivo y funcional. Lo viví en primera persona cuando me asignaron el diseño de una web con un branding cerrado y un tiempo de entrega reducido.
En su momento, entregué un sitio funcional y alineado con la identidad de la marca. Pero cuando el proyecto terminó, me tomé un respiro. Con más tiempo, experiencia y una nueva perspectiva, rediseñé la web, transformándola en una experiencia digital moderna, elegante y envolvente.
Este caso de estudio muestra cómo evolucioné el diseño desde una versión limitada por el tiempo hasta un producto pulido y profesional, demostrando que incluso los cambios más pequeños y un buen research pueden generar un gran impacto en UX/UI.
✔ Más tiempo de research: Analizando tendencias del sector, mejoras de navegación basadas en SEO y SEM, microinteracciones y una evaluación más profunda, comprendí mejor qué aspectos podían mejorarse y por qué. ✔ Mejora Visual: De un contraste amarillo-negro agresivo a una paleta negro-violeta sofisticada para un look más moderno.
✔ Optimización del Espaciado y la Distribución: De secciones sobrecargadas a una estructura con aire y mejor legibilidad.
✔ Navegación Mejorada: Incorporé microinteracciones y efectos hover para una experiencia más fluida.
✔ Tipografía Refinada: De textos inconsistentes a contenido estructurado, escaneable y con jerarquía clara.
✔ SEO y UX: Implementé mejores prácticas para optimizar la experiencia del usuario y la arquitectura del sitio.
Cuando diseñé la web por primera vez, tuve que trabajar con: