Test de usabilidad mediante la técnica de Seguimiento de ojos

Actualmente se realizan pruebas de usabilidad mediante diversas técnicas. Entre ellas están el seguimiento de ojos y la analítica de clics (enlace cuando esté creado) en la que un usuario navega por primera vez en una web y se analiza su comportamiento dentro de la misma.

Concretamente, el seguimiento de ojos permite conocer dónde fija la vista el usuario y durante cuánto tiempo, para después intentar encontrar sus motivos y utilizarlos para mejorar la web, anuncio, etc. y beneficiar la experiencia a los usuarios. Además, hay tecnologías que van más allá e infieren la implicación emocional con la que se está observando mediante datos relativos al parpadeo, dilatación de la pupila o velocidad de movimiento.[2]

Esto es posible mediante un eyetracker, un monitor especial que lanza rayos infrarrojos a los ojos de quien lo usa. Estos rayos rebotan en su pupila y vuelven al aparato, permitiendo así calcular con precisión dónde está mirando. Los diagramas y mapas de atención ocular obtenidos mediante el seguimiento de ojos contribuyen a la comunicación de análisis de usabilidad.[3]

Por otra parte, la analítica de clics también puede ayudar a mejorar la usabilidad web a través del análisis de la secuencia de clics que realiza un usuario, que simula el movimiento de los ojos en una web.

El seguimiento de ojos capta movimientos de ojos significativamente más involuntarios que la analítica de clics, proporcionando abundante información sobre el subconsciente del visitante en un entorno controlado y con la mayor exactitud. Sin embargo, la analítica de clics sostiene que es más valioso entender las intenciones del cliente que su comportamiento subconsciente, y tiene como ventaja su bajo coste y poder observar el comportamiento en el ambiente natural del visitante.[4]

Fuente