Con el paso del tiempo se han generado nuevas tendencias que nos hacen angustiarnos por el tiempo, esto se da por tener más comunicación a la mano. La velocidad de la tecnología hace que sintamos más urgencia por hacer las cosas.
Todos tenemos el mismo tiempo a nuestra disposición.
Debemos de enfocarnos en optimizar nuestros flujos de trabajo y en las tareas que debemos hacer.
El poder gestionar adecuadamente los flujos de trabajo a nuestro tiempo hacen que no sintamos la urgencia de hacer las cosas.
La productividad engloba la producción (lo que entregamos) y los recursos (tiempo).
Estos dos aspectos no tienen ningún sentido si no aplicamos la calidad.
Hay que encontrar el punto intermedio entre ser mediocres y perfeccionistas. Esto es llegar a la eficacia, que no es más que presentar productos de calidad sin gastar mucho tiempo o sin dedicarle el esfuerzo que se merece la acción que estamos realizando.
Multitasking
El tener muchas tareas lo que genera es pérdida de enfoque, es decir, hace que estemos ocupados y no que seamos productivos.
No es realmente beneficioso.
Todos tenemos el mismo tiempo para organizarnos, pero cada uno tiene diferentes tareas a las que necesita dar más atención que ha otras.
Para poder organizarte mejor, es necesario primero autoevaluarnos para saber a que estamos dedicando el tiempo con las siguientes preguntas: